miércoles, 19 de septiembre de 2012

PACTAR CON EL APETITO INFINITO DEL PRESTAMISTA (POR FERNANDO SIBILIO)

Juega el gobierno con dos sentimientos: La vergüenza y la culpabilidad, dado el desastre fiscal, financiero y monetario que desmedra sus negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.

Siente vergüenza política, porque lo han puesto a hacer el ridículo, y culpabilidad fiscal al ver que pudiera perder el honor y la confianza internacional, por la omisión en la comisión de acciones, con las cuales tiene poderosos compromisos.

Confesar la “Sofisticada” situación económica recibida es la única salida, por encima de todos los conceptos doctrinales de las escuelas económicas.  Es urgente que el gobierno salga del enredo y de la maraña de mandatos contradictorios y del juego de órdenes y contraórdenes, que se expresan en el escándalo de Fonper contra dos generadoras y con la designación de los consejos las empresas eléctricas.

Sorprende que las autoridades mantengan la misma perspectiva dialéctica en cuanto a sus argumentos y fundamentos, en la pedagogía política de estas conversaciones.  Dice, por ejemplo, el Presidente del Senado, que sin impuestos será difícil atender la promesa del 4%, para la educación.

Desconocen que la presión en este parto forzoso, proviene de su propio campo de fuerzas defectuosas.  Que les será difícil culpar a nadie, por la díscola concertación y expansión de deuda externa, interna y flotante; por todos los déficits de las cuentas nacionales, por los dos déficits del Banco Central, por los desbalances comerciales con el exterior y por el descontrol del déficit y el fuerte endeudamiento del sector eléctrico.

Piensen que este prestamista solo le motiva el poder del “Logro propio”. Obtener las metas de sus infinitas cláusulas y revisiones contractuales, sin que le interese la sumisión política de los Estados, sino el dominio financiero que garantice el pago de las acreencias.  Podemos constatar esta realidad en las negociaciones con España, Grecia, Portugal, Irlanda del Norte, por citar algunos ejemplos.

Suspendimos el Acuerdo Stand-By, en Octubre de 2011, de la misma manera que lo hiciera el Presidente Mejía, sin ninguna consecuencia política.  Aunque el patriotismo y el nacionalismo económico, impidiese subir la tarifa eléctrica, en Octubre de 2011, ahora llamamos al prestamista para pignorar la soberanía, con amagos de supresión de entidades, con supresión de viceministros y de suspensos administrativos.

Presume el equipo económico de la fluidez y de la idolatría de sus datos económicos, sin reparar en que las cifras informáticas son incapaces de diferenciar, entre las verdades de hecho y las verdades de derecho.  Vivimos el naufragio de las estadísticas, con la omisión del equipo económico, con el informe del vicepresidente de la CDEEE, para justificar en el Congreso, la emisión de US$500 millones de dólares, en bonos soberanos.

Revisar el esquema monopólico y la estructura de costos de los generadores y operadores de combustibles del sistema eléctrico, seria conveniente, ya que, si comprobamos los precios de paridad, por ejemplo, del gas natural, descubriremos que en la generación cuesta cinco veces su valor, en los Estados Unidos o en Trinidad-Tobago, porque la empresa británica dueña del terminal y el importador norteamericano, se han confabulado para facturarlo al precio de mercado del Norte de Europa.

Cunde la incertidumbre sobre la reputación crediticia del país, crece la desconfianza sobre la capacidad de pago y de cubrir los múltiples déficits de las cuentas nacionales, situaciones estas que trazan una línea secante perniciosa sobre el círculo de la producción nacional.  Ni alfabetización, ni la Barquita: Todo se pondrá mucho más caro, para los analfabetos, pues les será difícil leer la evaporación del valor de sus papeletas, y para quienes se hunden y se inundan en el lodo y la miseria de esta impresentable orgía fiscal.  Mis respetos para el obispo Diomedes Espinal.



Santo Domingo, D. N.

19 de Septiembre, 2012.-  

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