lunes, 15 de octubre de 2012

LA AVIONETA, LO ROSADO Y EL CAPITAN AMERICA (POR FERNANDO SIBILIO)

Sentirse obedecido es agradable y cómodo, más aún, cuando se proclama el heroísmo de un compañero de armas, en una rueda de prensa.  Así se sentía el General Rosado Mateo, vivía, unos de los episodios del Capitán América, héroe de la ficción norteamericana o, como Sancho en la isla de Barataria.

Quedaba claro que el desempeño de los altos cargos policiales y militares, en la lucha contra el crimen organizado era un mar de confusiones y supersticiones.  Cosa que se puede comprobar en la proliferación y comercialización de armas, en el desarrollo de poderosas mafias financieras, tanto nacionales como internacionales, y en la subida, en mas de un 50%, de la demanda de bienes y servicios de seguridad.

Permanece tupida la selva de embrollos y escándalos que rodean la gestión de la Dirección Nacional de Control de Drogas, en los últimos seis años.  Convendría clasificar, democráticamente, las especies endémicas, para evitar que las lianas militares, policiales, de los políticos y de los empresarios, terminen liando a todas las instituciones del Estado y a las organizaciones comerciales.

Sorprende que, a pesar de su gran impacto nacional e internacional, las decenas de alijos, capturados, en el Puerto Multimodal Caucedo y en otros lugares;  son insuficientes, para que ese organismo y para el Ministerio Público, constituir un caso en los tribunales.  Quedan en los periódicos los anuncios sin que se muestren los indicios.

Deja muchas dudas este nuevo lío, por el contexto informal en que se ejerce el mando, en esa agencia.  Parecía perturbado el Jefe de la Policía, tal vez sorprendido, dado el reguero de apellidos Rosado envueltos, en uno y en otro sentido.  Rosado Fermín y Rosado Pérez, inculpados.

Designaban como Jefe del Centro de Información y Coordinación Conjuntas (CICC), al General Valentín Rosado Vicioso, a quien sirviera como cercano colaborador el Capitán Leyva Pérez, muerto en la avioneta siniestrada; ¡Que causalidad tan efectiva tiene el azar! Esta avioneta a todas luces se estrelló contra la oscuridad de los mandos policiales.
  
Sigue el General Rosado Mateo aferrado a su mando solitario y afanado en su jefatura autorreferente.  Se siente Jefe de si mismo.  Olvida su condición de servidor público y de sujeto de los poderes constituyentes y de la Constitución.

Condenó en los medios de comunicación, a Carlos Julio Solano, liberado de cargos, con dos sentencias; declara héroe al Capitán Leyva Pérez, pero pasa por alto el asesinato del Sargento Erasmo Ferreiras, quien pierde su vida en el cumplimiento, sin máculas, del deber.

Mató el narcotráfico al Sargento Ferreiras, de la Marina de Guerra, y esta información permanecía callada, hasta que salía el mal olor de la historia, con las declaraciones del Senador de la Provincia Peravia.  Quien denunció la ejecución, porque el agente había denunciado la entrada de un cargamento de 776 kilos de cocaína, por una playa banileja, que, inexplicablemente llegó al Puerto Multimodal Caucedo.

Contradijo, del mismo modo, ese Senador, la declaratoria de héroe del Capitán Leyva Pérez, con argumentos y evidencias incontestables, pero sigue en el limbo el caso de la droga denunciada por el Sargento asesinado por el narcotráfico y sin que se le tribute ningún reconocimiento.

Provoca lástima ver a nuestros policías y militares envueltos en escándalos, y que la calumnia y la brujería sustituyan la investigación, porque solo ganan los criminales.  Aunque lo cierto es que, con Figueroa Agosto, con Arturo del Tiempo y con el caso de esta avioneta, donde murió el Capitán Leyva Pérez, descubrimos, que tan Rosada es la aleación del oro y la plata, con la cocaína.

¡Que viva el Capitán América!



Santo Domingo. D. N.

15 de Octubre, 2012.-

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