jueves, 18 de octubre de 2012

LA QUIEBRA HOSPITALARIA EL NEGOCIAZO DE LAS ARS (POR FRANANDO SIBILIO)

Dice el Ministro de Salud Pública, que la deuda con los suplidores es de RD$1,000 millones.  Que investigue, porque es mucho más.

Quiere el Doctor Hidalgo mostrar, además, la perfección de su competencia personal, al saldar la deuda de RD$240,000 pesos, dejada por un niño a sus familiares, tras fallecer después de recibir atenciones, en una de las Administradoras de Riesgos de Salud, de la Plaza de la Salud, un centro construido y auspiciado con fondos estatales.

Crece la demanda de servicios en estos centros sanitarios y de salud privados y privatizados, dada las demoras y omisiones oficiales en la provisión de fondos y subvenciones a los hospitales, con lo cual la Ley de Seguridad Social, una herramienta legal ideal, es un medio para que sus operadores lo transformen en un fin comercial, en si mismo.

Evaden el pago, estas Aseguradoras de Riesgos de Salud, de todas las atenciones que brindan los hospitales públicos, a los pacientes afiliados a estas redes, por concepto de accidentes, riesgos sanitarios, eventualidades clínicas y ocurrencias de salud, quienes reciben atenciones de urgencias o emergencias en los centros públicos.

Sigue siendo un despropósito democrático y burocrático que, hospitales como el Darío Contreras y el José María Cabral, por citar dos casos, se desempeñen con las precariedades y urgencias económicas y financieras que exhiben.  Cuando con la instalación de plataformas contables y financieras competentes pudieran cobrar, automáticamente, estos servicios a miles y miles de pacientes afiliados a las ARS.

Damos visibilidad a estas grietas y omisiones históricas que desmedran la economía y la operatividad de los servicios sanitarios y preventivos de nuestros hospitales.  Aunque las mismas se tornan rentables para las aseguradoras privadas.

Exige, el Superintendente de Salud y Riesgos Laborales, superávit al servicio nacional de salud, mientras olvida su obligación de controlar, administrar y corregir estas anomalías técnicas, tecnológicas y financieras del sistema de salud, a fin de garantizar la libertad de los ciudadanos para acceder a estos servicios.

Calculen los montos financieros que pierden, y dejan de percibir la red de hospitales regionales y nacionales, por los servicios de emergencias y de urgencias que ofrecen a los pacientes afiliados, al régimen contributivo, al régimen subsidiado y a los seguros privados, tanto nacionales como internacionales.

Recibe, Cuba, mucho dinero por los servicios sanitarios que exporta.  Son ejemplos incontestables el turismo de salud, una de sus grandes industrias y la inestimable cooperación de médicos cubanos, en Haití, cuyas retribuciones engrosan el fisco y resuelven un problema de empleo para ese país.

Disponemos de formidables infraestructuras técnicas y científicas en muchos de nuestros hospitales, un ejemplo es el Centro Cardio Renal, Oftalmológico y Trasplantes, el CECANOT, que languidece por falta de fondos, a pesar de ofrecer servicios tan avanzados como trasplantes de corneas, de riñones y de corazón.

Desarrollar esta estrategia pudiera representar fuentes de divisas regionales, pero la burocracia y el corporativismo político se tragan la democracia de los servicios sanitarios y de salud.



Santo Domingo, D. N.

18 de Octubre, 2012.-

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