Quiere la Presidenta de la Comisión de Educación del Senado de la República, una reunión con el Ministro de Educación, para explorar, según ella, las posibilidades de revisar la Ley de Educación. Dados los alarmantes y nefastos resultados arrojados por el Informe Pisa, en el cual se coloca a los estudiantes dominicanos evaluados, el último lugar en Matemáticas y Ciencias, y el lugar 67, de 72 países, en Lectura Comprensiva.
Evade su responsabilidad por omisión y comisión, el ex-Ministro Amarante Baret, en una declaración: Avanzamos a pesar del informe Pisa, pero se escuda en la divisa populista de la formación de los maestros. Sigue anclado en la ideología electoral de la Revolución Educativa, en un estribillo político e ideológico, que pasa por alto la perversidad ética de toda ideología, la resistencia a cambiar aunque encuentre evidencia más fuerte en su contra.
Acuden las autoridades del Senado y del Gobierno al populismo, a las soluciones fáciles para problemas complejos, pues así evaden su responsabilidad y sus obligaciones políticas, con el derroche de recursos, con la Ley que establece el 4%, para la Educación. Esta reforma política de transición, en el Sistema Educativo, a la espera de pactar por consenso los puntos conflictivos de la aplicación de la Ley, como la formación docente, la jornada de tanda extendida, los currículos, los programas, la nutrición, las evaluaciones docentes y del personal directivo de todo el Sistema y las evaluaciones de los alumnos, por citar algunos casos.
Pensar en revisar una Ley cuando se carece de otra Ley de referencia es una barbaridad democrática y política, que demuestra que el liderato político en el Gobierno y en el Senado solo dispone de una ideología política y social de la educación: Gastar dinero y hacer campaña electoral con la construcción de aulas y los agregados educativos, como el desayuno escolar, comprar zapatos, mochilas, ropas, útiles, servir almuerzo y merienda.
Evaluar los Directivos del Sistema, a los Directores de Escuelas, a los Profesores, al personal de soporte escolar tanto en sus conocimientos como en sus prácticas y desempeño, es impostergable, para garantizar una buena gobernanza política de la educación preuniversitaria y universitaria, en las competencias públicas y privadas. Solo así podemos descubrir los problemas que tienen el sistema y los riesgos que asechan al aula, a las familias y a la sociedad educativa, como el abandono escolar.
Pensamos en que las ocupaciones laborales de nuestros jóvenes hoy, eran inexistentes hace 25 años. El mecanógrafo de ayer es un analista de sistema, la máquina de escribir es hoy un ordenador, hoy las hojas electrónicas y las bases de datos, sustituyen al auxiliar de contabilidad y el programador diseña los controles financieros y contables de las empresas. A todos estos cambios la educación dominicana esta ajena, pero esa realidad esta ausente en todo debate.
miércoles, 14 de diciembre de 2016
EL POPULISMO EDUCATIVO EN EL SENADO (POR FERNANDO SIBILIO)
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