Son cortos los pasos del Presidente de los Estados Unidos de América, en su carrera por influir y decidir en la solución de los conflictos Políticos Internacionales. Fracasa con su abstención del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidos, la cual condena al Estado de Israel, por sus asentamientos en los territorios ocupados, en suelo Palestino.
Queda fuera de las soluciones políticas, en el conflicto Sirio, pues los acuerdos los está pautando el Presidente Ruso. Pero, es peor, cuando Vladimir Putin alcanza un pacto con Tay Yip Erdogan, el Presidente turco, que permite un cese al fuego, a fin de abrir nuevas negociaciones, entre el Presidente Sirio, los rebeldes y las otras fracciones, sin el Daesh.
Sirven estos prolegómenos para entender la torpeza de la política internacional del Presidente Obama. Su infidelidad, la falta de coherencia y consistencia política, le llevan a regolgitar la intervención de Rusia en el proceso electoral de su país, con una imposición de sanciones y la declaratoria de expulsión unilateral a funcionarios y diplomáticos rusos.
Hace dos ridículos Barack Obama, puesto que admitió la imposibilidad de manipulación de las elecciones, por efectos tecnológicos rusos, y descartó las posibilidades de que esa intromisión, si la hubiera cambiara el resultado electoral. Expulsa diplomáticos rusos, pero Rusia hace la finta, evade la paridad y mantiene los diplomáticos norteamericanos en su territorio. Cosa que aprovecha Trump, para agradecer y reconocer la sagacidad de Putin.
Mandan las emociones y perece el pensamiento crítico en las estrategias políticas de Obama. Es una verdadera pena la falta de razonamientos inductivos y deductivos, en estas decisiones. Es que quedar fuera de las soluciones del conflicto Sirio, una estupidez política, económica y social creada por los Estados Unidos, es como diría Sor Juana Inés: Parecer quiere el de nuevo de nuestro parecer loco, el niño que pone el coco y luego le tiene miedo.
Aplican una mala solución en Siria, crean una crisis humanitaria con cientos de miles de muertes y millones de refugiados, destruyen los patrimonios familiares, culturales, materiales y económicos de una Nación y de un Estado, para luego, quedar fuera de la solución del problema creado por el propio Obama. Querer culpar a Rusia de la falta de capacidad política de los Estados Unidos, es repetir aquella vergüenza que pagó John Fitzgerald Kennedy frente a Nikita Khrushchev.
domingo, 12 de febrero de 2017
OBAMA EN LOS PIES DE PUTIN (POR FERNANDO SIBILIO)
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario